Lecciones de equipo en la expedición de Shackleton

El pasado viernes 21 de febrero tuvimos la tercera sesión de formación en Centro, encaminada al diseño y desarrollo del Plan de Bienestar Integral, que como siempre recordamos, su objetivo es generar las condiciones adecuadas para que germine lo mejor que somos.
El formador, Alejandro De la Vega, nos ha contado la increíble historia de superación y resiliencia protagonizada por la expedición de Ernest Shackleton en 1915 al Polo Sur.
Y a partir de ella se han extraído lecciones de vida sobre liderazgo y equipo, para aplicar a nuestro contexto en el CEA como grupo de profesores.
Expedición de Ernest Shackleton (1914-1916)
En 1914, Ernest Shackleton emprendió la expedición imperial transantártica con el objetivo de atravesar la Antártida de costa a costa. Su barco, el Endurance, quedó atrapado en el hielo del mar de Weddell y fue destruido, dejando a la tripulación varada en condiciones extremas. Shackleton mostró un liderazgo excepcional al mantener la moral del equipo, reorganizar los planes y garantizar la supervivencia de todos. Condujo a su tripulación en un arriesgado viaje en botes salvavidas hasta la Isla Elefante y, posteriormente, junto con un pequeño grupo, navegó 1.300 km hasta Georgia del Sur en busca de ayuda. Gracias a su resiliencia y capacidad de liderazgo, logró rescatar a todos sin pérdidas humanas.
La odisea de los 27 del buque Endurance ha quedado en los anales de la historia como un éxito de superación y supervivencia, al conseguir el regreso de todos los expedicionarios sanos y salvos a Inglaterra, después de pasar dos años en condiciones muy extremas y sin ninguna ayuda.
Considerando que fue gracias al liderazgo del promotor y jefe de la expedición, Shackleton.
Y eso que fue un fracaso, pues no llegaron nunca a alcanzar su objetivo: atravesar la Antártida pasando por el Polo Sur.
Claves del liderazgo que aporta Shackleton:
- El liderazgo tiene que ser útil.
- La verdadera generosidad duele.
- Poner objetivos que sean compartidos e interesen a todos.
- Generar movimiento hacia ese objetivo.
- Poner Orden en medio del caos.
- Los procesos de cambio implican renuncias.
- Poner a los disidentes a hacer un trabajo útil para el conjunto y que sean reconocidos por su valía.
- El Ejemplo con conductas visibles es la única comunicación válida: “Estar de pie en popa” (delante).
- Convertir el error en un aprendizaje. Nos ayudamos a reparar el error y aprendemos juntos.
- Convertir un fracaso en un éxito (todos sobrevivieron).
- Mirada larga (visión, anhelos) paso corto, día a día (motivación, persistencia).
- Optimismo y realismo.
- Proactividad frente a la reactivada. Hacerse cargo, no proyectar ni victimizarse.
- Toda Crisis implica afrontar un problema y encontrar una Oportunidad para crecer.
- Equipo: juntos y cooperativamente se afrontan los retos.
- Complementariedad de roles y generación de liderazgos de contagio positivos.
Recordemos que todos somos líderes y el CEA necesita de un coliderazgo cooperativo en el que se sume hacia unos objetivos comunes de Centro (condensados y conformes por una mayoría) las fortalezas de cada uno complementariamente, como manera de funcionar que ya se está produciendo.
Un Equipo se sustenta con:
- Confianza para hablar lo que es necesario tratar. Tener reuniones eficaces donde se decidan cosas.
- Comunicación constructiva que suma: “Sí, y además…”
- Empoderamiento de todos: no imponer al otro los puntos de vista propios, sino llegar a una media de lo que queremos todos.
- Gestión del conflicto, considerándolo como algo necesario, bueno y consustancial a la vida, donde las partes ganen (win-win). Expresar sin presiones la diversidad de sensibilidad, puntos de vista e inquietudes. Considerar que posturas diferentes no son excluyentes. Establecer el adecuado grado de asertividad, cooperación y compromiso.
- Pertenencia: todos deben poder decir, proponer, aportar y tener derecho.
- Aspirar al espíritu Ubuntu: “Yo soy porque nosotros somos”.
La expedición de Shackleton es una historia extraordinaria de lo que es capaz el Espíritu Humano cuando está sometido a mucha presión, al borde de la supervivencia.
Más información sobre la expedición de Shackleton:
Extrapolando esta historia a nuestro Trabajo…
La Vida necesita que le pongamos Tensión Creativa…
La necesaria según el caso, poca o mucha, para no quedar varados en inercia, atrapados como el buque Endurance en los hielos de un mar congelado.
El Liderazgo Interno es el de Afrontar los desafíos y retos que nos hacen crecer como profesionales y personas.
Las Expediciones más intrépidas son las Incursiones a nuestras zonas internas atrincheradas que juegan en contra de nuestro progreso.
Las Cimas más altas son las que conquistamos internamente cuando nos superamos.



Blog sobre liderazgo, lo que resalta de la figura de Shackleton:
Queremos resaltar los trazos del liderazgo de Shackleton que más admiración nos despiertan y que pensamos podrían ser de más interés a los directivos de nuestra época:
1) La fuerza y energía que proporciona tener unas convicciones firmes sobre lo que uno es capaz de hacer y sobre lo que uno ha de hacer. Estas convicciones impulsaron a Shackleton a planear aventuras hasta el último día de su vida y a tener una firmeza interior que le ayudaría a sostenerse, a él y a su tripulación, en los momentos de mayor dificultad.
2) Junto a esa convicción, una preparación minuciosa y atenta al más mínimo detalle, en cualquiera de los aspectos de la expedición: financiación, tripulación, navío, alimentación, logística,… Sin la cabeza fría que mostró Shackleton en los meses de preparación, nunca podrían haber sobrevivido a las dificultades que se les presentaron.
3) Una gran empatía en el trato con su gente, atento a cada uno de ellos, a su estado anímico, hasta a sus aficiones, que hacía de él alguien cercano y querido además de admirable.
4) Combinado con esa empatía se daba en él una determinación serena pero firme a la hora de decidir, ganándose el respeto de su gente y su confianza. Nunca eludió una discusión, ni un enfrentamiento, y supo tomar decisiones duras en el plano personal. Siempre, eso sí, con el bien común de toda su tripulación en mente.
5) Durante los momentos de tensión y dificultad, buen conocedor de la psicología humana, supo estar atento al plano emocional tanto como al “estratégico”. No valía con tener un plan de contingencias: éste debía tener en cuenta la necesidad de actividad y rutina que ayudase a sus hombres a afrontar la dura realidad sin bloquearse.
6) Una flexibilidad extraordinaria para adaptarse a la realidad, a lo que sucedía en todo momento, con la humildad de quien sabe que ésta nunca se amoldará a sus planes por muy bien preparados que estuvieran.
7) Finalmente, y quizá de forma más destacada, un cariño y preocupación real hacia sus hombres, que iba mucho más allá del contrato que les unía. Cariño surgido de la cercanía con ellos, de estar totalmente presente cuando hablaba con cada uno, aunque fuese solo unos instantes.
Sólo ante un líder con un carácter así puede afirmar un marinero que lo conoció en la Endurance que “bajo sus órdenes habríamos ido hasta el fin del mundo si nos lo hubiese pedido”.
Si liderar es conseguir que la presencia de uno haga mejor a las personas cercanas, sin duda la talla de líder de Shackleton fue extraordinaria.