Primera sesión del Seminario de ABP “Felicea” en el CEA Mar Menor
En el CEA Mar Menor los docentes nos estamos formando en el Aprendizaje Basado en Proyectos y desarrollar este tipo de proyectos en el aula. EL ABP es una metodología que tiene más de 100 años. No se puede considerar una innovación educativa.
Pero sí lo es para los docentes que han oído hablar de él pero no lo aplican en su práctica docente.
El siglo XXI nos pide una Educación más competencial y menos académica, más útil para la vida. Aprender por Proyectos es una manera de contextualizar los aprendizajes. Así que lo primero que nos planteamos en el Seminario fue: “Para qué el ABP”.
Pero todos los cambios cuestan, y también tomamos nota de las dificultades para implementar nuevas metodologías. Por eso era importante nombrarlas, porque van a estar ahí, presentes de muchas formas.
Después se abordaron los fundamentos del ABP en pequeños grupos a partir del artículo “Qué dicen los estudios sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos”, de José M. Sánchez (en actualidadpedagogica.com), confeccionado esquemas visuales y exponiendo al resto del grupo las conclusiones de cada apartado.
Esta dinámica ya conecta con el ABP en cuanto que los profesores en formación han de adoptar un rol más activo en sus aprendizajes.
¿Qué es el ABP y qué no es?
El Aprendizaje por Proyectos surge de un reto, una necesidad, un problema o incluso una experiencia que sea importante para el alumnado, que tenga que ver con su contexto, necesidades e intereses.
El profesor se convierte en guía que acompaña el proceso de aprendizaje de los alumnos, que tienen que asumir un rol más activo y autónomo.
A través de una fase de investigación se recopila información, se clasifica, analiza y sintetiza. Y esos contenidos se convierten en conocimientos a través de la aplicación en elaborar un producto final. Con ello se cierra un proceso de aprendizaje más competencial y más relacionado con la vida.
El ABP no es entretener a los alumnos con trabajos realizados con las manos o con tareas que no cubren el currículo; al contrario. El ABP debe ser el plato fuerte de la programación para esa Unidad o tema.
Los roles cambian con el ABP
El alumno pasa de ser un sujeto pasivo a ser el centro de su propio aprendizaje con su actitud, toma de decisiones, investigando y asumiendo su propia responsabilidad en el proceso. El resultado: una experiencia más positiva a la hora de aprender.
En cuanto al docente y la gestión de aula, el ABP implica generar ciertos cambios como los relacionados con el espacio y tiempos, creando ambientes de aprendizaje en el aula, diagnosticando problemas, dando retroalimentación y reforzando esfuerzos, motivando, evaluando resultados. En definitiva el docente actua como orientador y guía en los procesos de aprendizaje.
Resultados en el aprendizaje y dficultades que podemos encontrar.
Dada la madurez de los alumnos en Educación de Adultos el ABP parece concebido como anillo al dedo, fomentando una educación que prepara mejor a los alumnos para la vida real, enseña el trabajo en equipo y activa la inteligencia social, con un aprender haciendo que es, como hemos citado, más competencial y menos académico e impráctico.
Siempre que en el diseño del ABP se de importancia a la resolución de problemas, al pensamiento crítico y las habilidades sociales, permitiendo hacer conscientes los procesos del aprendizaje a través de la metacognición, se estará redundando en la adquisición de las Competencias para el Siglo XXI.
Las dificultades que podemos encontrar en el ABP es que no siempre los alumnos están preparados para convertir la información en conocimiento, en las dificultades de una cultura para la argumentación y preguntas fundadas sobre los procesos científicos, tecnológicos y de los ámbitos social o de la comunicación.
En ello los docentes hemos de reforzar nuestro acompañamiento para que los alumnos también aprendan a aprender con el ABP, y vayan adquiriendo las competencias procesuales para salir airosos en los retos que se platean.
Por otro lado, los docentes van sobrecargados de horas lectivas, trabajo burocrático y número de alumnos, lo que genera cansancio y dificultad para abordar cambios metodológicos y nuevos aprendizajes en su práctica docente.
La deficiencia en el uso de las TIC/TAC, los prejucicios internos o la necesidad de formación para poder evaluar en condiciones el ABP son algunas de las dificultades que encuentran los profesores a la hora de lanzarse a implementar el ABP en sus aulas.
Todos estos son los retos que nos planteamos en este Seminario docente, para abordarlos en grupo y aprender desde las dificultades y retos que nos encontramos.
Seguramente una de las claves para el éxito es, además del afrontamiento colectivo y cooperativo, es que el Seminario se extiende hasta la fase de implementación de los proyectos ABP con grupos de alumnos, no quedándose sólo en una formación teórica, sino cerrando la evaluación de la experiencia con los alumnos y significando lo que el ABP puede aportarnos a nuestra práctica docente ya nuestro centro.
Conoce los fundamentos de nuestro Proyecto FELICEA.